Después del recreo entramos con mucha sed.
Bebemos agua y nos fijamos en su color, olor, sabor.
También miramos el agua de la maceta y del jacintero.
Han salido raíces de la cebolla que pusimos en agua antes de Navidad.
Las plantas chupan el agua por las raíces
y nacen las hojas muy verdes y las flores de colores.
Esta flor de Jacinto sí que huele.
Taller de la Ciencia - El agua no tiene sabor.
Motivación: Llenamos dos vasos de agua e invitamos a los niños a que pongan
una cucharadita de azúcar en el primer vaso y una pizca de sal en el segundo.
Hipótesis: Preguntamos a los niños y las niñas a qué puede saber el agua en cada caso.
Experiencia: Bebemos un sorbito de cada vaso.
Conclusión: Toda experimentación nos lleva a una conclusión; la nuestra es:
La que sabe a azúcar está más rica. La que sabe a sal sabe fatal.
El agua de beber no sabe a nada, sólo está fresquita.
En el Cuaderno colocamos pegatinas.
En la Mesa de Experiencias dejamos dos platos uno con sal y otro con azúcar.
¿Cuál se gastará antes?
¡El que contiene azúcar, por supuesto!
miércoles, 9 de enero de 2013
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