La Señorita Tere
En este día y en los momentos en los que,
dentro de mi labor me
encuentro incomprendida,
recuerdo a la Señorita Tere, mi maestra.
Llamó a mi madre y la dijo que Montse, con ocho años de edad,
dejaba tan
limpios los cuadernos a lápiz,
que ya podía escribir con pluma y
tintero.
Mis padres, ilusionados, me regalaron una pluma estilográfica Parker.
Montse a los 8 años en la Foto de Final de Curso.
En casa pasábamos a limpio a
tinta, lo que trabajábamos en clase a lápiz.
Insistí a mis padres para
que me dejaran llevar la pluma al colegio,
porque terminaba pronto las
tareas de clase y podía aprovechar.
Y el primer día que la llevé, la Señorita Tere me felicitó.
Me la
quitaron. No me atreví a decir nada , pero ella, pendiente de mi
decepción,
nos habló a la salida y apareció mi pluma en la cajonera de mi pupitre para dos.
Una persona de mirada transparente, cada ojo de distinto color,
se dirigía
a tí de primera mano, contenta, triste o enfadada,
te exigía, pero te
valoraba.
La verdad es que sembró en mí gran confianza.
Favoreció mi Autoestima.
Dado que un año antes había nacido mi hermana
y me encontraba un poco
princesa destronada.
Ahora les digo a mis compañeros que sigamos sembrando estrellas,
aunque a simple vista no se vean
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Un post excelente, lleno de esencia de maestra
ResponderEliminar¡Felicidades profe!