Holanda es un país muy sorprendente,
porque una cuarta parte de su territorio
se encuentra bajo el nivel del mar.
Mirando su mapa, vemos que está atravesada por el Rin,
un río muy importante que termina en el Mar del Norte.
(Aunque en este mapa se vean los puntos de las ciudades).
Vista nocturna de una calle de Amsterdam con las casas al borde del canal.
Los holandeses ganan tierras al mar construyendo diques
con compuertas de acero que regulan la entrada y la salida del agua.
Desde antíguo se sirven del viento, que empuja las aspas de los molinos,
y bombean el agua hacia los canales, éstos a los ríos y finalmente al mar.
Dejan secar las tierras, que llaman polders, y cultivan en ellas
plantas pequeñas como cereales y flores.
En el campo, meten los zapatos en unos zuecos de madera para
no llenarse de barro. Como nosotros con las madreñas en Asturias.
Hemos vestido a un muñeco al estilo holandés con zuecos y todo.
En las ciudades, utilizan la bicicleta más que el coche, pues el suelo es muy llano y no existen las cuestas arriba ni las cuestas abajo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario