Las hojas caídas en el suelo aparentemente están secas pero aún les falta arrugarse y decolorearse en un marrón sin brillo .
Para pegarlas en un trabajo de Plástica o en un mural, conviene guardarlas entre las páginas de un periódico y aplastarlas con otros libros encima.
De esta manera se secan estiradas aunque pierdan un poco de color.
Estas que véis en el Hada Acaramelada las planché entre las guías de teléfono durante dos semanas.
Las hojas, como material plástico, constituyen un recurso natural de primer orden.
Al tiempo que las observan: tamaños, formas, colores, cuentan su historia,
adivinan a que árbol pertenecen, su utilidad como alimento, perfumes, medicinas.
Por ejemplo, la de la varita es de Eucalipto, el de los caramelos de la tos y
en la hoja de laurel se fijaron los Hombres Prehistóricos para tallar las puntas
de sus lanzas.
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