martes, 2 de noviembre de 2010

El Indio Hilario

El indio Hilario está triste porque no tiene caballo
y no puede presentarse a la carrera de su aldea.

Desea tanto galopar, que se despierta
creyendo ser un caballo. Saludando: i, i, i, i.



La tribu se reúne alrededor de la hoguera y
deciden ayudarle.



Llaman al Hada Acaramelada que, con su varita mágica,
a la luz de la Luna, le da un masaje con zumo de higos.
Por la mañana, se despierta siendo un indio alegre.

¡Menos mal! Hilario se sintió feliz al comprender que
lo importante no es tener el mejor caballo, sino que
los amigos te quieran y se preocupen por tí.

Danzamos y cantamos todos juntos:

Indiecito i
deja de sufrir.
Como un caballito
no puedes seguir.

Indiecito i
deja de sufrir.
Vente con nosotros
y serás feliz.

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