miércoles, 22 de mayo de 2013

Joan Miró - Hombre con pipa


El joven Miró llega a París, cuna de los artistas bohemios.
Conoce las distintas corrientes de la pintura impresionistas,
fauvistas, surrealistas. Pero para él, la pintura era otra cosa, pura poesía.
En sus cuadros aparecen criaturas fantásticas

 como este Hombre con pipa.

¡Cómo puede sujetar ese cuello finito una cabeza tan grande!
Lleva gafas  o los ojos son enormes. No tiene orejas, ni brazos.
Las piernas no se le ven.

Está serio. Tiene frío. Está fumando. Todo se llena de humo.

 Coloreamos el personaje con ceras blandas gris.

El humo lo pintamos con témpera plateada.

¡Cómo brillan!

El invierno es muy frío en París. Vamos a pegarle un rayito
de Sol, un hilillo de plastilina roja, para que esté calentito.

Así está mejor.

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