Joan Miró, el pintor del Cielo.
Por lo que vamos a jugar a ser pintores:
a la vez que miramos un cuadro o una obra, producimos la nuestra.
Les cuento un resumen del libro de Fina Duran i Riu.
Joan
Miró nace en Barcelona en 1.893. Su padre, que es joyero,
le envía a
estudiar Dibujo y Comercio, para que pueda diseñar y vender sus propias
joyas.
Es verdad que Joan se pasa las horas pintando,
pero lo de ser dependiente de una droguería no le hace ninguna gracia.
Llega a enfermar de tifus y a quedarse muy flaquito,
por lo que sus padres deciden llevarle a vivir con los abuelos a
Mont-Roig (Tarragona).
Allí, se impregna del Sol y de la luz.
A medida que mejora su salud, pinta los seres de la Naturaleza, animales, plantas en el huerto, paisajes, casas, como la de la palmera, con mucho detalle.
Dibujamos la casa con ceras. La ponemos ventanas, puerta, cuadra, huerto.
Pegamos delante la palmera con churros de plastilina.
¡Nos queda chuli!
De regreso a Barcelona asiste a una escuela de dibujo donde el maestro
Francesc Galí es muy creativo.
Le venda los ojos para que palpe los objetos y luego los pinte sin verlos.
Visita la Galería Dalmau, donde descubre la obra de otros pintores y siente
la necesidad de marchar a París a vivir en contacto con los demás artistas.
Allí, comparte una buhardilla con el escultor Pau Gargallo.
Los inviernos de París son muy fríos, por lo que se va a pasar
los veranos a Mont-Roig y a Mallorca donde dibuja en la arena de la playa.
Estudia una nueva manera de expresarse en la pintura: con signos,
jeroglíficos, grafismos, planos de color.
Poco a poco se da a conocer y los demás artistas valoran su estilo:
"deseo ir más allá de la pintura y acercarme a la poesía".
Los museos y las galerías le encargan cuadros.
Es la época de Las Constelaciones, formas geométricas sencillas: círculos, triángulos,
cuadrados, puntos, líneas que se cruzan, y colores puros: rojo, azul, amarillo,
junto con el blanco y el negro, su color.
Personaje y pájaro en la noche.
Coloreamos los puntos, el triángulo y el monigote de negro y rojo.
Le damos un brochazo de témpera amarilla, como si fuera una tela.
Observamos los monigotes contamos los pelitos que le salen de la cabeza.
Reconocemos los colores primarios: rojo, azul, amarillo, junto con el negro.
y figuras: puntos, líneas, estrellas, lunas, soles, escaleras, insectos, personajes.
En los pelillos de cada pincel vive un duende que salta (puntos), corre (líneas),
da vueltas (soles y lunas), va y viene y vuelve a cruzar (estrellas),
vuela persiguiendo a los pájaros, a quien le encanta dibujar y pintar cuadros.
Cantamos:
Yo soy Miró, chan, chan, (dos golpes de pandero o dos palmadas).
Soy el pintor, chan, chan,
de las estrellas, chan, chan,
y del Sol, chan chan.
Yo soy Miró, chan chan.
Soy el pintor, chan, chan.
El color negro, chan, chan,
es mi color, chan, chan.
Los personajes, chan, chan
los pajaritos, chan, chan,
y en la cabeza, chan, chan,
los tres pelitos. chan, chan.
En la visita al Museo Centro de Arte Reina Sofía de Madrid el día 10 de Junio,
recorreremos la segunda planta del edificio que antes fué un hospital.
Visualizaremos obras de Joan Miró, Pablo Picasso,
Juan Gris y Pau Gargallo, el escultor amigo de Miró.
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