Esta flor nace de un bulbo, una cebolla. Metemos en la tierra. Regamos.
A los pocos días nace un tallo fuerte con dos hojas lisas que lo envuelven.
Al final, un capullo verde va creciendo y cambiando de color.
Es la flor del tulipán, como una copa.
Estos los sembré en mi patio.
Cogí uno y con cuidado lo planté en una maceta. Lo llevé al colegio.
El tulipán alegra nuestra ventana por unos días.
Los niños observan:
- El tulipán se abre.
- Y se ve el néctar amarillo.
Hasta que una mañana los pétalos se caen. Están secos.
Hay que esperar a que las hojas se pongan amarillas.
Sacamos la planta de la maceta y cortamos y guardamos el bulbo.
-¡Mira hay dos más pequeños!
- Son sus hijos.
-Así el año que viene podremos sembrar más tulipanes.
miércoles, 9 de mayo de 2012
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