Esta gigantesca escultura de flores preside la entrada principal del museo Guggenheim-Bilbao,
como un perrito guardián.
Las plantas se riegan automáticamente y se reponen en Mayo y Octubre
para que resulte atractivo.
Recibe millones de visitantes y todos se fotografían a su lado.
Decoramos la silueta de Puppy con huellas de dedos.
Empezamos por el néctar del centro de la flor y rodeamos por los pétalos.
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