Esta mañana Paula nos invita a saborear unas cerezas.
Las ha traído del pueblo de sus abuelos donde hay muchos cerezos.
- Me he subido a una escalera con tres escalones- nos dice.
¡Que rojas y qué brillantes! A las más oscuras las ha dado más el Sol.
-¿Y la nariz?
-Me he caído por una rampa con un coche.
Nos las colgamos en las orejas como los pendientes.
Las cogemos del rabito y mordemos, dejando el hueso.
Primero un poco ácidas,
pero enseguida sentimos lo dulces que están.
¡Qué fruta de Primavera tan rica!
¡Gracias familia. Nos han gustado mucho!
martes, 4 de junio de 2013
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