El la Era de los Dinosaurios no existían
ni el Otoño, ni el Invierno.
Las plantas crecían y crecían
y los animales que se las comían también.
Llegando a alcanzar un tamaño descomunal.
En ese cálido y húmedo Ambiente
las dinosaurias ponían huevos.
Nosotros hemos coloreado el paisaje y un huevo.
La clase parece una incubadora.
¿Qué crías nos nacerán?
Vemos la película "En busca del valle encantado"
Nos muestra que "la vida" empieza en el fondo del mar.
En La Tierra cambia: se producen terremotos, las montañas echan fuego.
Los dinosaurios pasan mucho hambre yalgunas manadas como la de
la familia de Piecitos deciden caminar hacia el Valle Encantado.
Vemos sus aventuras: los dinosaurios amigos, la ayuda de sus abuelos,
la lucha de su madre Cuellilarga frente al Diente Agudo,
la decisión de Piecitos, cuando pierde a su madre, de seguir buscando el Verde Valle.
Le Pintamos con interés.
¡Qué cuello tan largo!
Las patas
La espalda azul añil.
Lo colocamos debajo de las parras para que pueda comer uvas.
Hace más de cien años, un médico aficionado a la geología descubrió los restos de un animal enorme, con
grandes dientes que, según él, eran del mismo tipo que los de los reptiles
actuales.
Llamó a aquel animal Iguanodon, diente de iguana,
por su parecido con las iguanas
modernas.
Huesos enterrados en la arena. Parece un Tiranosaurio.
Luego los paleontóloos, científicos buscadores de huesos,
localizaron numerosos restos fósiles de estos reptiles,
huesos, dientes, huevos petrificados, huellas de sus patas,
a los que denominaron Dinosaurios: lagartos terribles.
Esqueleto de Tiranosaurio Rex
Cuando vamos a un Museo de Ciencias Naturales y vemos
uno de esos impresionantes esqueletos, no nos podemos imaginar
el trabajo laborioso que acarrea: encontrar los frágiles huesos,
desenterrarlos sin romperlos, limpiarlos, transportarlos y colocarlos como si fuera un rompecabezas.
Mirad este vídeo de Caillou que nos lo explica muy bién.
Muy cerca de este suelo, que pisamos nosotros,
corría veloz el Concavenator Corcovatus,
un dinosaurio parecido al Velocirraptor
pero cuatro veces más grande.
Gran cazador, presentaba una sorprendente joroba.
Los paleontólogos, que estudian su esqueleto
aparecido en Las Hoyas de Cuenca
y se preguntan para qué servía su joroba,
le llaman Pepito como uno de sus descubridores.
La
vida de los Dinosaurios era de luchar para sobrevivir
Unos para comer y otros para no ser comidos.
Por el tipo de alimentación, los Dinosaurios se dividían en dos grandes grupos:
Los Herbívoros con sus dientes cuadrados, comían plantas,
hojas y ramas
de los árboles.
Protegían la cabeza con cuernos y el cuerpo con espinas o placas.
Lanzaban su cola, cubierta de púas o bolas de hueso, a modo de látigo,
contra los Dientes Agudos.
Los Carnívoros con sus dientes afilados, se alimentaban
de la carne de los Dinosaurios que masticaban plantas.
También luchaban entre ellos y el que vencía se comía al que perdía.
Algunos eran tan veloces que robaban los huevos y las crías
a las madres y se los comían.
Ficha Herbívoros
Ficha Carnívoros
Ficha Lucha Tiranosaurio Rex - Anquilosaurio
Podéis visitar este enlace de un ilustrador excepcional.
Miliki fué, junto a sus hermanos Gabi, Fofó y Fofito,
uno de "Los payasos de la tele".
Consiguieron con su televisiva tarea,
elevar la categoría de la palabra payaso,
que todos valoráramos la honradez del oficio de hacer reir
y, por tanto hacer felices, a los demás.
Los chicos, dejábamos de jugar en la calle para subir a las casas,
pisos modestos en barrios por hacer, pues no existían Colegios
Públicos, ni Centros de Salud, ni Polideportivos, ni Salones de
la Tercera Edad, para reunirnos con la familia
y pegarnos emocionados frente al televisor
del coqueto mueble-cama del salón-comedor.
Lo mismo ocurría con los programas de Naturaleza
de Féliz Rodríguez de la Fuente.
Estas personas extraordinarias, dieron pinceladas de colores vivos
en un país color lenteja, aunque no del todo gris, pues nos sentíamos felices.
En mi pandilla nos saludábamos como Don Pepito y Don José,
pero a los mayores les tratábamos de Usted, como Miliki.
-¿Cómo están Ustedes?
-Estamos un poco tristes, claro.
Es un personaje blanco con un ojo y una gran nariz.
Es el primer número de todos.
Al contar objetos, siempre empezamos por él: uno.
Su trabajo es el de señalarnos una sóla cosa.
Colgamos el 1 al responsable de hoy, Aitor.
Jugamos al Tren del 1.
Pi, pi, pi, fa, fa, fa,
fuera de la vía
que el tren va a pasar.
¡Alto!
(Paramos en la estación)
¡Que suba un pasajero!
(todos a coger un objeto de la clase)
¡El pasajero subió!
(volvemos a formar el tren)
Pi, pi, pi, fa, fa, fa,
fuera de la vía
que el tren va a pasar.
¡Alto! (paramos de nuevo en la estación)
¡Que baje el pasajero!
(todos a guardar el objeto donde estaba)
¡El pasajero se apeó!
¡Qué divertido!
Coloreamos los brazos y los piés.
Colocamos en el ojo una bola de plastilina azul con un punto negro.