Para recortar, nos resulta complicado coordinar las dos manos: una, abre y cierra las tijeras con el dedo corazón, y la otra gira la cartulina o el papel.
Pero con un poco de ayuda de los mayores, las madres que colaboran en los talleres y las maestras, mirad qué chulos nos han quedado Mafalda y Manolito, los niños argentinos que iban a la escuela de Julio Cortázar cuando era maestro en el pueblo de Chivilcoy.
Mafalda
Manolito
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