En un castillo abandonado vivía el fantasma Ulises.
Se alimentaba de uvas de las viejas parras que crecían
en el patio.
De vez en cuando escuchaba las campanadas
del reloj de pared del antíguo salón.
Un día decidió salir de su aburrimiento y se acercó volando
a la aldea más próxima. De una ventana salía una luz y,
al asomarse, descubrió a dos hermanos jugando en su
habitación.
- Hola, somos Ursula y Hugo. Tú ¿cómo te llamas? -le preguntaron.
El fantasma no podía hablar del susto que se dió, pues nunca
había visto a ningún niño. Sólo decía: - U U U U U.
- Tienes que venir al colegio con nosotros. Allí aprenderás
a hablar, a leer, a escribir y a jugar con otros niños.
Así fué como Ulises, el fantasma, se hizo amigo de los niños
y niñas de la aldea.
y niñas de la aldea.
Sus familias le ayudaron a reconstruir el castillo
y en el patio junto a las parras levantaron un parque de atracciones
donde chicos y grandes pudieron divertirse.
Coloreamos a Ulises y escribimos su nombre.
Pntamos con témpera azul sin levantar el pincel el trazo u.
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